Los profanos e impíos no pueden estar en este Juicio; pero aquellos que se ubican en el Tribunal de Dios, contemplando el Estandarte del Juicio, sosteniéndose allí constantemente en pensamiento, palabra y obra, están listos para el Juicio en cualquier momento. ¿Listos para el Juicio?
Los santos permanecen en el; están aprobándolo, lo ahnelan junto con todos sus elementos; están allí esperando pasar por el: y solo aquel que permanece en la luz esta seguro. La bendición resultante del Juicio es la recompensa que todo ser humano necesita, cuando este se coloca por si mismo ante el Tribunal de Dios.
¿Que tenemos que temer? Nada en absoluto. ¿Que es lo que lo expulsa al temor? Un perfecto amor. Pero el perfecto amor solo puede surgir de un resultado natural del nuevo nacimiento, que nos lleva naturalmente a cumplir el Estandarte del Juicio, y solo puede conservarse ese amor cuando permanecemos cimentados en el estandarte de la Ley de Dios.
(Lecciones de Fe, pp. 143,4, Alonzo T Jones)
¡PONTE DE PIE AHORA y PERMANECE EN LA LUZ!
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